Bérgamo es, explorar rincones históricos entre calles empedradas, murallas antiguas y vistas impresionantes. La ciudad que enamora a primera vista
Bérgamo situada al norte de Italia, en la región de Lombardia es una ciudad dividida en dos partes: una en la colina o ciudad alta y otra en la llanura o ciudad baja, sustancialmente diferentes, pero unidas, no solo por su historia, sino por un concentrado de calles, callejones, escaleras e incluso un funicular que llega hasta la parte más elevada de San Vigilio, donde se ubica el castillo.
Indice del articulo
La Ciudad Alta (Cittá Alta) se encuentra sobre una empinada montaña, y es la parte mas antigua de Bérgamo, totalmente amurallada, cuenta con los edificios, palacios y atracciones más importantes.
Desde la Ciudad Baja, vamos por la Via Roma llamada también Victor Emmanuelle, en direccional norte, hasta el funicular. Ya podemos ver la Ciudad Alta que se alza altiva, en un día de cielo azul intenso.
El funicular solo tarda unos 5 o 6 minutos, el billete esta incluido en la tarjeta que previamente hemos comprado por valor de 8,50 € y que sirve para 24 horas, te cubre todos los medios de transporte.
Nos bajamos en la Piazza delle Scarpe, y vamos caminando por la Via Gombito. Ahí comenzamos a descubrir el encanto de esta preciosa ciudad medieval.
En la Bergamo Alta, se concentra la mayoría del patrimonio monumental y artístico. La muralla veneciana construida en el siglo XVI, delimita este espacio tan denso y tan rico en historia.
Esta calle, junto con la calle Mario Lupo y San Lorenzo son los ejes principales de la ciudad. Es como el esquema romano del Documano y el Cardo.
Esta muy animada, es un paseo entre tiendas centenarias y tradiciones italianas. Las mejores pastelerías con deliciosas tartas, salen a tu encuentro, endulzando el alma y el espíritu. No dudes en probar las delicias de polenta, unos pastelitos hechos con maíz.
La torre del Gombito se encuentra en el cruce de las dos vias principales. Se puede subir a este imponente edificio del siglo XIII, con sus 52 metros de alto, es el símbolo de la ciudad.
Eran unos lavaderos públicos donde solían ir los bergamascos, construidos en 1891, es un verdadero modelo desde el punto de vista del diseño.
Tenían un sistema de suministro de agua, un drenaje y un proceso de descarga de agua sucia, casi perfecto. Nada que envidiar a las lavadoras modernas.
La plaza comenzó a tomar la forma actual en el siglo XV, con la demolición de un grupo de casas, que ocupaban un espacio enfrente del Palazzo della Ragione.
Con la dominación veneciana la plaza fue adquiriendo unas medidas mas grandes y armoniosas.
Es un salón renacentista donde confluyen todas las calles medievales de la ciudad alta, es la plaza mas bella de Italia. La fuente Contarini de mármol, con sus esculturas y chorros de agua preside el centro de la plaza, donde se dan cita los bergamascos.
Ahora es el verdadero corazón de la ciudad, sentarse en un café o restaurante es descubrir el perfume de la belleza y la antigüedad de su historia.
4. El Palacio della Ragione (Palacio de la Razón )
Situado al este de la Piazza Vechía y enfrente del Palacio Nuevo, construido a finales del XII. Durante la Republica veneciana se usaba como tribunal de justicia.
Actualmente es el ayuntamiento mas antiguo de Italia. Hoy día después de 800 años, el edificio enseña la historia y cultura de la ciudad, frecuentemente ofrece exposiciones y eventos culturales.
5. Palazzo Nuovo
Se encuentra en lado opuesto del Palacio de la Razón. Durante varios siglos, fue sede del gobierno local de Bérgamo, hoy día acoge la biblioteca civíca Angelo Mai. Data del siglo XVII y se tardó tres siglos en construirlo. Su color blanco se distingue de entre el resto de los edificios.
Su interior destaca por sus salones pintados con frescos, esculturas y cuadros famosos.
Entre los muchísimos y valiosos manuscritos que contiene, se encuentra el original de la “Divina Comedia“del 1400
El palacio data del siglo XII, hasta el siglo XV hospedó al alcalde y varias funciones municipales.
Esta unido por una paso elevado al Palacio de la Razón, en el cual con ocasión de una restauración, el arquitecto Pietro, realizó un único y grandioso salón, que tomó el nombre de sala de la Capriate
En la planta baja alberga restos romanos y frescos renacentistas. Hoy es sede del Museo del Cinquecento, un espacio multimedia e interactivo, con imágenes y sonidos. Es como un viaje al pasado.
El Campanón (Torre Campanone) llamada también la torre cívica, es uno de los símbolos de Bérgamo, junto con su imponente reloj de la fachada. Fue construida en el siglo XII, primero fue propiedad de la familia Suardi, que pertenecían a los gibelinos. Siglos más tarde fue sede municipal y durante algunos años también sirvió como prisión.
Se puede subir a lo alto, en un ascensor que llega hasta la mitad, luego hay un tramo de estrechas y empinadas escaleras, que te lleva a la pequeña terraza, donde se encuentra la famosa campana más grande de toda Lombardia.
Todas las noches suenan las campanas a las diez de la noche, recordando los días en los que las puertas de las murallas se cerraban a esa hora.
Subir vale 3€, mientras esperaba el ascensor puede ver unas ruinas romanas.
Las vistas son soberbias, el dia es soleado y vemos Bergamo en 360 grados. Los Alpes asoman espléndidos y orgullosos.
Se erige majestuosamente sobre la plaza del Duomo, en un lugar privilegiado y entre concurridas calles. Fue fundada en 1137, en el lugar donde había otra iglesia del siglo VIII, que a su vez estaba sobre un templo romano.
Para dar gracias a la Virgen por haber protegido a la ciudad, de la peste, sequía y hambre, los bergamascos decidieron construir la iglesia en honor a Santa Maria.
Lo primero que se ve, es la fachada de mármol blanco de Candoglia y rosa de Verona, toda ella esta decorada con pilares, estatuas, columnas, ventanas y rosetones. Es el mejor ejemplo de arquitectura románico- lombardo.
Sin embargo no tiene una puerta principal, sino cuatro fachadas laterales, sostenidas por pórticos y columnas. En la base de cada una de ellas hay esculturas de leones blancos y rojos.
El interior de estilo barroco es una orgía de frescos, tapices, estucos y otras decoraciones. Me dejó sin respiración.
Me detuve ante la tumba del gran compositor Gaetano Donizetti, recordé su “una furtiva lacrima“
Colleoni fue un famoso mercenario, que ordenó la demolición de un ábside de la basílica, para realizar su propia tumba.
Se construyó entre 1470 y 1472, dando la orden a uno de los artistas de más renombre de la ciudad: Giovanni Antonio Amadeo.
La fachada, compite con el pórtico de la basilica, a la cual esta pegada. No pudimos visitarla, porque estaba en restauración.
La catedral esta dedicada a San Alejandro, situada en la plaza del Duomo y al este de Santa Maria Mayor. La actual se construyó en el siglo XV, sobre unas antiguas iglesias. El responsable del proyecto fue el arquitecto florentino Antonio Arvelino, llamado el Filarete.
Repleta de obras de artes, hay que detenerse y admirar las preciosas, capillas laterales. Las de la derecha, contienen obras de Pagani, Cavagna y Riva entre otros. En las de la izquierda destaca la antigua capilla de San Juan Bautista, con el retablo del Bautismo de Cristo
En el altar mayor, reluce el Martirio de San Alejandro, un lienzo de 26 m cuadrados, obra del pintor napolitano N. Malinconico
El baptisterio data del 1340, se atribuye a Giovanni da Campione. En un principio estaba dentro de la basilica Santa Maria Mayor, pero a través de los años ha sido recolocado varias veces. Actualmente se ubica enfrente de la catedral.
El edificio esta construido en una forma octogonal, que es el símbolo del bautismo.
Debajo de la la cúpula coronada por un Arcangel, hay una parte, que es de mármol rojo de Verona y esta decorada con unas finas columnas y esculturas que representan la Virtudes.
Dentro se encuentra la pila bautismal y una estatua de San Juan Bautista, obra también de Campione
Estaba cerrado, por lo que hicimos las fotos a través de las rejas. Solo lo abren al publico cuando se celebra algún bautizo.
Caminando a lo largo de la via Colleoni, encontramos en un callejón lateral, la iglesia de Santa Ágata. Pertenece al convento de la Carmelitas desde 1391, fue renovada en 1730 por Gian Battista
A pesar de su fachada modesta, por dentro es muy hermosa. Es de una sola nave con cinco capillas a cada lado, hay que resaltar la dedicada a la Virgen, decorada con un altar barroco y una preciosa talla de la Virgen con el Niño
El Caffe del Tasso se asienta en la centrica Piazza Vecchia y forma parte de la Asociación de Lugares Históricos de Italia.
Se inauguró en 1476, con el nombre de Locanda delle due Spade. Posteriormente fue usado como base por los bergamascos que siguieron a Giuseppe Garibaldi en la Expedición de los Mil
Después de algunas reformas, adoptó en estilo neoclásico y paso a llamarse Caffé del Tasso. Ha sido visitado por personas ilustres, como escritores, músicos, premios Nobel etc. Sus paredes llenas de fotografías y mensajes escritos en un libro, es un verdadero tesoro
Tomarse allí un capuchino entre tanta historia y recuerdos, se convierte en una experiencia fantástica.
Se situa enfrente de la torre de Adalberto, tristemente conocida por su tremendo pasado. Los ciudadanos le llamaban la “torre del hambre”
Aparte de ser la pastelería que elabora los más exquisitos helados, se jacta por ser la que inventó la stracciatella. Tiene en la planta superior un restaurante donde se sirven platos toscanos y otras especialidades.
La gran muralla que rodea a la Ciudad aAta de Bérgamo, tiene una longitud de 6 km y cuatro puertas, cada una de las cuales correspondía a las principales calles de comunicación con la ciudad y otras regiones.
Se comenzaron a construir en 1561 por orden del general Sforza Pallavicino y se termino en 1588. La finalidad era resistir los posibles asaltos y contener a los ejércitos
Para esta gran obra, fue necesario la demolición de casi un tercio de las viviendas, incluido el monasterio de San Domenico, uno de los más importantes.
Es el punto más alto de la ciudad. El funicular nos lleva desde la Ciudad Alta, hasta la cumbre de la colina.
La zona es encantadora, con preciosas casas ajardinadas, huertos, pequeños valles y promontorios.
En la cumbre, sobre una torre romana, se construyó un castillo en el siglo XII. En época veneciana se le añadieron cuatro torres circulares, sobre una planta en forma de estrella. Es el mejor sitio para ver las impresionantes vistas de Bérgamo.
Una densa vegetación emerge por entre las ranuras de las piedras, lo que le da, un aspecto romántico y silvestre. Pasear por la colina y ver los muros custodiando la ciudad, te trasladan a tiempos en que lo venecianos tenían el control.
También la Ciudad Baja de Bérgamo, tiene cosas para ver, aunque no tan espectaculares, como en la Ciudad Alta, “Cittá Bassa“.
Se puede explorar la animada calle comercial vía XX de septiembre, la Piazza Pontida y admirar la arquitectura moderna de la zona.
Hoy día, es una calle peatonal muy animada y es, junto con las calles Sant Alessandro y Sant Orsola, centro de compras de la ciudad. Edificios históricos e iglesias, se suceden a lo largo la céntrica vía.
Antiguamente por esta calle, pasaban las mercancías del puerto de Venecia, que se almacenaban en depósitos, para luego proseguir hasta Milán.
Es una de las pinacotecas más importantes de Italia, con obras de Raffaello, Tiziano, Bellini, Boticelli etc.
La idea de la institución se debe al conde Giacomo Carrara, a la cual destinó toda su riquezas. Su amor por la cultura y al arte lo llevó a la construción del precioso palacio, de estilo neoclásico. Lamentablemente, no pudo ver la obra terminada, pues murió antes de ver realizado su sueño.
El teatro esta dedicado al gran compositor Gaetano Donizzeti, construido en 1897 con motivo de las celebraciones por el centenario del nacimiento. Acoge diversas representaciones, como óperas, conciertos y eventos culturales.
Todos los años se celebra el prestigioso Bérgamo Jazz, el Festival Internacional de piano Arturo Benedetti y el Festival Musical Gaetano Donizzeti
Después de estar todo el día pateando la ciudad de Bergamo, nos merecíamos una rica cena en un buen y bonito restaurante. Unos amigos, nos recomendaron esta acogedora taberna. Las salas cálidas, decoradas con alerces centenarios, los platos tradicionales y el vino elegido, hicieron que pasáramos una muy agradable velada
La bresaola ahumada, los pizzoccheri de la Valtelina y el vino tinto Nino Negri, fue un gran acierto
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El Baptisterio