La noche de los colores :Blanco, negro y rojo
Hemos celebrado hace unos días la consabida fiesta de la no filoxera, una cita obligatoria, para recordar y para que, nunca mas vuelva a ocurrir la temida plaga que asoló nuestras vides, en el el siglo XIX.
Ha tenido lugar en el Castillo de Santa Catalina, un lugar privilegiado, por su situación, sus vistas y su excelente catering que lo sirvió Lepanto.
Esta fortaleza data del año 1624 y fué construida en el monte de Santa Catalina, por orden de Felipe IV, para defender la ciudad de Málaga, frente a los ataques de los enemigos.
A principios del siglo XX esta torre vigía, como ya no cumplía la función para la que fué edificada, el Conde de Mieres, Manuel Loring, decidió levantar su vivienda al lado del fortín.
Es un palacete de estilo neo árabe, con maravillosas vistas a la bahía de Málaga y proyectado por arquitectos franceses. Hoy día es un precioso hotel, con muy pocas habitaciones pero con un encanto especial, todas son bien diferentes.
Su color rosa terracota, contrasta con el intenso verde y lila de la gran vegetación, sus pequeñas fuentes de aguas cristalinas, aportan frescor y los banquitos repartidos por todo el jardín te invitan a sentarte para relajarte y degustar unos exquisitos vinos.
Los caldos blancos elegidos fueron:
–Botanic, elaborado con la variedad moscatel de Alejandria de las bodegas Jorge Ordoñez.
–Javier Sanz de las bodegas del mismo nombre y con uva de la variedad verdejo, DO Rueda
Entre los tintos:
–Los Frontones 2009, de las variedades Syrah, Cabernet Franc, Cabernet Suvignon y tempranillo.
–Pajarete 17 Filas, hecho con uvas Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc.
El premio que Mariano Enrique ha otorgado este año, ha sido a Javier Sanz, que con su bien hacer de dia a día, la antigüedad de los viñedos prefiloxericos y la solera familiar, le otorga a estos vinos blancos unas características, considerados como unos de los mejores de la zona.
El clásico premio a la mejor nariz, recayó en Veronica Alcantara, la socia mas antigua del club. La verdad es que es una de las mejores catadoras, le gusta y no se pierde ni una
La degustación de los diferentes platillos, la hemos celebrado mas que ningún año.Todo servido muy a tiempo y con unos camareros solícitos y amables.
Comenzamos por unos ibéricos y quesos manchegos ,seguidos de unos aperitivos como, tartár de atún, rollitos de langostinos, piruletas de foie con chocolate, tartaleta de porra antequerana, esferificacion de aceituna liquidas, envoltini de jamón caramelizado etc…, terminamos con una carrillada suave y jugosa.
Los pastelitos tipo tocinillos de cielo hicieron las delicias de los mas golosos.
El catering del año pasado fué mas sofisticado y los recipientes, un poco insolitos, porque tomar un gazpacho en un tubo de ensayo, tiene tela! y un capuchino de lentejas en una tacita de café, así era todo, lo sirvió Jose Carlos Garcia en Muelleuno
La fiesta estuvo amenizada por un conjunto de jazz que con el sonido que salía de sus instrumentos, nos deleitó y el ambiente se llenó de armoniosos acordes.
Como este reportaje es tipo Hola -Vináliti, lo que me ha parecido mas interesante, son las fotos.
Todos pasamos una velada muy agradable, Mariano como siempre atento, preocupándose por los amigos y su familia. Sus padres también disfrutaron mucho de este evento. Los colores escogidos fueron, negro, blanco y rojo. Yo opté por un conjunto blanco de pantalon y camisa.
La luna llena, transformó la noche en una magia de colores y sensaciones, aderezada por la alegría y embrujo de los vinos.
Luisa puso la nota, con su espectacular vestido negro y con esa gracia innata que la caracteriza.