La aventura de viajar es la mejor aventura
La aventura de viajar es la mejor aventura
Gerace, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, esta en el listado de “los pueblos más bellos de Italia”, ocupando el séptimo puesto.
Cada uno de sus rincones recuerda el paso de la historia, que lo ha ido forjando hasta la actualidad.
El nombre de Gerace, viene del griego lerax, que significa gavilán. Según la leyenda, los habitantes de la costa huyendo del ataque de los sarracenos en el año 915, fueron guiados por un gavilán, hasta las montañas de la zona de Locri, siendo aquí donde se asentaron, fundando la ciudad.
En el siglo VI la ciudad se convirtió en una fortaleza bizantina, llegándose a llamar Santa Ciríaca. Resistió todos los ataque árabes, debido a la fuertes defensas.
Posteriormente fue conquistada por los normandos y mas tarde siguió la suerte del Reino de Nápoles, siendo ocupada por el almirante aragonés Roger de Lauria
Desde Reggio Calabria tomamos la SS18, vamos por la costa tirrena rumbo al norte, hasta Gioia Tauro, allí nos desviamos hacia el interior por la SP1, direccion a Locri y a 10 km atisbamos la villa de Gerace.
El principal atractivo de Gerace es dejarse llevar por el laberíntico centro del pueblo, que aunque pequeño, no nos deja de sorprender.
Entrando por la Porta del Sole, se alcanza el corazón del casco histórico, caracterizado por un conglomerado de callejones, placítas y palacios con bellas puertas talladas primorosamente.
A pocos metros de la puerta, nos encontramos con la Plaza del Tocco, en torno a la cual podemos admirar los más bellos palacios de la villa como el Palacio de Colceopulo, el de Macri y el de Migliaccio
También hay algunos restaurantes, bares y pasticcerias, donde tomar una “granite”que es un sorbete de limón, aunque también puede ser de otras frutas.
De capital importancia son los edificios religiosos, como iglesias, monasterios y conventos, por lo que se le llamo Ciudad Santa.
De las iglesias que mejor se conservan son San Francesco de Asis, San Giovannello y Santa Maria del Mastro.
Sin duda, la atención se centra en el Duomo o catedral, cuya construcción comenzó al final del periodo bizantino y terminó en la época normanda. Está considerado el edificio religioso de este estilo, más grande de Calabria. Tiene una nave central y dos pasillos laterales, dividido por trece columnas.
La catedral también incluye una prisión, llamada de los Cinco Mártires de Gerace.
De los imponentes muros de piedra caliza, sobresalen dos de los tres ábsides de forma semicilíndrica, característica de las construcciones normandas.
Vamos subiendo por la calle principal, el mejor punto para ver la ciudad es ascender a las alturas, para contemplarla con perspectiva.
Llegamos hasta las murallas, donde hay unas terrazas llamadas Bombarda, sobre las que antiguamente había unos cañones para defender la ciudad.
En la parte alta, dominando toda la ciudad, se alza el Castillo de Gerace, construido en el siglo X y posteriormente destruido por las tropas bizantinas, después fue reestructurado por los normandos. Hoy día solo quedan las murallas y las torres.
En la plaza del Baglio, enfrente del castillo, hay dos miradores. Desde uno se divisa el mar jónico, que compite con el cielo, formando una difusa y suave estampa. Desde el otro mirador vemos las onduladas colinas de Locri y el Parque Nacional de Aspramonte.
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