La ciudad de las tres T: Túnicas, té y trenes
Cansadas después de visitar las ciudades milenarias, llegamos a Kandy, la Capital de la Provincia Central del país.
Partimos desde Polonnaruwa y tardamos 6 h.,pues había trozos de carretera en reparación y también bastante tráfico. Hicimos una parada para que Palitha, se tomara un té y una empanadilla.
No habiamos reservado hotel, una ardua tarea fue encontrar algo que nos gustara y no se saliera del presupuesto.
Era de noche y todo nos parecía cutre y peligroso. Palitha, nuestro conductor, por casualidad y en Segiriya mientras nos esperaba, se encontró con su»hermano»que vivía en Kandy y encomendó a este buscarnos algo decente. Y es que ese tipo de casualidades existen, es un pequeño engaño al turista, pero bueno, a mi eso me daba igual que fuera o no su hermano.
El supuesto familiar nos llevó a un alojamiento un poco dudoso, no nos gusto, pues la zona no parecía muy buena. Sin luces apenas y sin casas alrededor,un lugar oscuro y tenebroso. Después de pasearnos por tres o cuatro hoteles, aterrizamos en uno, que para llegar a la recepción había que bajar 50 escaleras, las mismas que había que subir para llegar a la calle principal. El precio nos dicen que es 65$ la doble, pero la hemos visto en booking por 45$, con desayuno, el dueño accede a la rebaja y nos quedamos.
Despedimos a Palitha, no sin cierta pena, ajustamos las cuenta y le hicimos un regalillo que siempre es bienvenido. En este post, mas bien me dedicaré a insertar fotos, pues en anteriores entradas, ya he publicado bastante de Sri Lanka y no quiero hacerme pesada.
El hotel estaba bien, aunque las habitaciones un poco pequeñas, pero había una salita al lado que yo la usaba para poner mi ropa. Alli no hay peligro que te roben. Una tabla de planchar hacía de mesita. El restaurante estaba en la parte alta, con magnificas vistas y animado por el precioso hijo del dueño, que no paraba de hacer de las suyas.
Al día siguiente, vimos las montañas que descendían suavemente hacia la ciudad, con un gran lago presidiendo el paisaje.
Kandy es la ciudad mas turística de todo Sri Lanka, con unos 120.000 habitantes y 500 m. de altitud. Se le considera el centro espiritual del país y su templo a orillas de lago, guarda la reliquia mas sagrada del budismo: un Diente de Buda.
Su agradable clima, la convirtió en la zona de veraneo de los ingleses durante la época colonial, cuando aun no tenia el país la independencia. Es un buen punto de partida, para explorar, las Tierras Altas y adentrarse en las plantaciones de té.
Cuenta con una importante estación de ferrocarril, desde la cual parten varios trenes hacia diferentes puntos.
Esa noche, después del largo viaje, no teníamos ganas de nada, solo de una buena cena que la hicimos en el hotel: pollo a la brasa con arroz.
Al dia siguiente, después de un buen desayuno a base de huevos, frutas, zumos, crepes, tostadas, té y cafe, contratamos un tuk tuk; primero nos piden 1800 Rs. por 3 h.,que al final queda en 1000, pero estuvimos mas tiempo de la cuenta, unas 5 h. y entonces les ledamos 1500 Rs.
Templo del diente sagrado de Buda (Sri Dalada Maligawa)
Fue erigido durante el mandato del rey Vira Narendra al principio del siglo XVIII. Guarda la reliquia mas sagrada de Sri Lanka y es uno de los lugares mas venerados del mundo budista. La entrada vale 1000Rs., y se pueden hacer fotos.
Hay muchas medidas de seguridad y muy estrictas, ya que una bomba, estalló en 1998, la autoria fue del LTTE, los Tigres Tamiles, causando importantes daños al edificio, sobre todo a la biblioteca, destrozando una importante colección de manuscritos. Los soldados cachean bolsos, mochilas e incluso los bolsillos.
El diente sagrado se custodió primero en Anuradhapura, pero fué cambiando de sede, según las capitales de los reinos cingaleses. En esa primera visita no lo pudimos ver, pues solo era a las 18.30h cuando lo exponen, con lo cual tuvimos que volver, aunque el diente en si no se ve, sino solo la pequeña dagoba de oro en la que se guarda.
El templo tiene numerosas capillas, museos, salones y pequeños santuarios, la mayoria decoradas con imágenes de Buda y pinturas de bellos colores. Vemos los devotos cingaleses en peregrinación y guardando cola para ver la curiosa reliquia. Para ellos es fundamental cumplir al menos una vez en la vida.
Durante el festival de Esala Perahera, que es uno de los espectáculos mas grandiosos de Asia, la caja de oro que contiene la reliquia, se coloca sobre un elefante profusamente enjaezado. Se extiende una alfombra blanca ante él, para que sus patas no toquen el suelo y lo precede un impresionante cortejo de docenas de elefantes, seguidos por miles de bailarinas y tambores.
Este festival se celebra en la luna llena de julio o agosto y dura diez días. Nosotros no lo vimos, pues no era la época, pero realmente merece la pena. Si vais por esas fechas, teneis que reservar hotel con bastante antelación.
Continuamos nuestra visita, hacemos una parada el Queens Hotel, para reponer fuerzas y refrescarnos. Antiguamente era la residencia de los gobernadores coloniales pero se convirtió en hotel en 1895. Ha acogido a centenares de personalidades y es muy agradable, a media tarde, tomar el té con pastas.
En el tuk tuk llegamos al Asgiriya Maha Vihara, un monasterio budista, muy tranquilo y austero.
Un monje, nos invita a entrar en sus dependencias. Es medico ayurvédico y nos pasa a su consultorio. Colgado en la pared hay un diploma de su graduación en la universidad de Colombo. También nos ofrece un té con galletas, conversamos con el, lo hace todo con mucha calma y apacibilidad, me transmite unos efluvios de tranquilidad y placidez. La sabiduría mística que caracteriza a la religión budista, se refleja en su rostro.
En ese tiempo que compartimos con el, aparece una chica que va a la consulta para que le trate un esguince de tobillo. La explora, le unta un aceite, le envuelve el pie en una hoja de banana, encima una venda y ya esta lista. Ella le deja algunas rupias.
Pasamos un buen rato, hacemos unas fotos y el y nos regala una que tiene con el Dalai Lama. De repente aparecen nuestros conductores, que están cansados de esperar, discutimos sobre un nuevo precio y vamos al lago de Kandy.
Este lago se encuentra en pleno centro de la ciudad y se creó en 1807 por ordenes de Rajasinha, el último rey de Kandy. Es muy bueno pasear por la orilla, tapizada de flores y arboles, caminar sin prisas y aspirar la brisa azulada.
En el interior habitan peces, tortugas y algunas especies de lagartos, en el centro hay una isleta que era usada como harén y mas tarde como polvorín, en la época colonial.
En el embarcadero tomamos un barquito para dar una vuelta y ver otra perspectiva de la ciudad, desde esas verdes y tranquilas aguas.
Para completar es magnifico día y hacer algo distinto, fuimos al Centro Cultural, a ver un espectáculo de danzas típicas de Kandy. Estos bailes imitan movimientos de animales que a través de gestos expresan rituales a veces religiosos y a veces diabólicos, los rostros los ocultan con máscaras, las ropas multicolores las combinan con divertidos abalorios.
Cenamos en el Pub restaurante, un pescado a la plancha con verduras, bastante apetitoso. El lugar esta muy animado y desde la terraza disfrutamos con unas vistas bonitas.
Al dia siguiente fuimos en el coche del dueño del hotel hacia los alrededores de Kandy.
Orfanato de elefantes (Millennium Elephant Foundation) Es un poco timo, bastante turístico, caro y solo hay cinco elefantes. No sabiamos que a lo largo del viaje íbamos a ver muchos mas de estos ejemplares. Hay tres precios de entradas: de 2000, 3000 y 4000 Rs. Van en función del ratito que estés subida encima. Compramos la de 3000, pues tenia incluido un paseo, ver comer a los elefantes y al final bañarlos.
Nunca había lavado un bicho de estos y como me gusta experimentar, después del paseo de diez minutos, me meti en el rio, con los pantalones remangados dispuesta a dejar a mi elefante como los chorros del oro.
Con una cáscara de coco, le frotaba la piel, que estaba durisima y con unos pelos muy duros y resistentes. A él, parecía que le gustaba y creo que le hacia cosquillas. Se me ocurrió darle en las orejas, empezó a moverlas como si fueran grandes soplillos, me dio en la cara con el consiguiente susto y la caída de la gafas de sol al agua. Me falto ponerle colonia y desodorante.
Bety, también participó en esta ardua tarea de lavado. En una una especie de piletas nos lavamos los pies, que estaban llenos de barro, arena y demás suciedad. Eso si, acabamos chorreando, con toda la ropa mojada, y secandonos al sol.
Os recomiendo el Orfanato de Elefantes de Pinnewala, que esta muy cerca del anterior y era donde nosotros queríamos ir.
Island Spices Garden Nos enseñan miles de plantas medicinales y de especias. Es un jardín muy frondoso y humedo, el guía que practica medicina ayurvedica, nos explica todo el proceso de recogida y manufacturación.
Unos alumnos de la escuela ayurvedica de Colombo, me dan un masaje en la cara, cuello y hombros, con lo cual me quedo muy relajada.
Fabrica de té
El té es el principal negocio del país. Gracias a las caracteristicas del suelo, de la humedad, y de la temperatura, esta planta crece en unas condiciones, que no existe en casi ningún sitio del mundo.
Son las mujeres las que recogen el té, es un proceso artesanal, las hojas las guardan en un saco que llevan colgado en la cabeza.
Desde la plantación lo llevan a la fabrica, donde lo seleccionan. Solamente cortan la yema y dos hojas de los brotes, es un trabajo muy laborioso y pasa de generación en generación.
Procesamiento del té
-Marchitamiento: consiste en pasar las hojas a traves de una corriente de aire, para quitarle la humedad.
-Enrollado: que es un amasado para romper las hojas y liberar los aceites esenciales.
-Fermentacion: se somete a unas condiciones de temperatura y humedad, para conseguir una oxidación.
-Secado: se detiene la fermentación y se expone a una corriente de aire caliente.
-Limpieza y clasificación: se eliminan las fibras y se organizan en grados o tipos
Después de la visita, tomamos un té, pero en vez de ponerle azúcar, te tomas un caramelito, que procede de un árbol y luego un sorbito de la infusión, de esta manera queda dulce, es realmente bueno.
El mejor té es el BOF (broken,orange flower). Compre varias cajitas y es el mejor té que he probado en mi vida. Volvimos a Kandy y nos encaminamos al Hotel Helga’s Folly, que mas que un hotel es un museo.
Es extravagante, con una decoración loca y colorida. Los esqueletos apoyados en el sofá le confieren cierto aire tenebroso. Tomamos una cerveza y el recepcionista nos propuso visitarlo, vimos las habitaciones, salones, comedores etc.. Publique un post sobre este lugar tan curioso…
Datos prácticos
Distancia dede Polonnaruwa :130 K
Hotel Amanda Hills: 45$, habitación doble con desayuno
Restaurantes:
Pub Restaurante: pescado +verduras+cerveza, 1000 Rs.
Amanda hills: plato de curry+verduras+cerveza, 700Rs
Precios entradas:
Templo del diente sagrado: 1000Rs.
Orfanato de elefantes: 3000RS.
Islas de las especias:300Rs.
Barco lago Kandy:650Rs.
Tuk tuk :medio dia ,1000 Rs. (según regateo)
Continuará…