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En mi segundo viaje a Japón, aparte de visitar algunas de la principales ciudades, lo que tenia claro es que no me podía perderme la bucólica Ruta Nakasendo. Un sendero que te transporta a otra dimensión y donde se puede observar como vivían sus antiguos habitantes.
Es un poco difícil llegar, ya que esta alejada de las rutas tradicionales.
Contenido
1 Como llegar
2 Donde dormir
3 Ruta Nakasendo
4 Itinerario de Magome a Tsumago
5 Regreso de Tsumano- Magone- Nakatsugawa
6 Equipaje
Es muy importante si vas a Japón, comprar el Japan Rail Pass, un pase que sirve par viajar en la mayoría de los trenes (Shinkansen) y metros de Japón. Aquí tenéis el enlace para mas información.
Como nuestro hotel de Tokio estaba en Shinjuku, os dejo como llegar desde ahí. Aparte de que Shinjuku es una de las estaciones más importantes de Tokio.
Desde Shinjuku tomamos la Yamanote line, hasta Shibuya, donde cambiamos a otra Yamanote line, hasta Osaki y de ahí a Shinagawa.
La Yamanote line es una linea circular incluida en el Japan Rail y con la que se llega a muchos lugares de Tokio. Su color es verde.
En Shinagawa tomamos un shinkansen, a Nagoya con la linea Hikari, dirección Shin Osaka. Tarda dos horas.
En Nagoya, un tren local de la Chuo line hasta Nakatsugawa, la duración es de 1:30 h.
Justo, saliendo de la estación de Nakatsugawa, a la izquierda hay una oficina de Información y Turismo, donde nos dan todo tipo de folletos.
También hay una tienda con dulces y objetos de regalo.
Si no quieres transportar la maleta, la puedes dejar aquí.
Desde la misma estación tomamos un bus que sale cada 90 minutos al hotel Hanasarassa. Es cortesía del hotel y no pagamos nada, ya que el hotel esta un poco alejado y perdido del mundanal ruido. Tardamos unos quince minutos.
Como veréis es toda una jornada de viaje y aún quedaba el tramo a Magome, que lo hicimos al día siguiente. Tomamos un bus enfrente del hotel que nos dejó a la entrada de Magome.
No hay muchas opciones de alojamiento en esta zona, los pueblos son pequeños y la oferta turística no es mucha.
Elegimos el hotel Hanasarasa, que esta entre Nakatsugawa y Magome.
Este hotel es un precioso ryokan, con osen y una decoración tradicional y situado en medio de la nada.
Las habitaciones son muy acogedoras con tatami y futones.
Esta acondicionado con todo tipo de amenities, cafetera, frigorífico, etc.
La terraza coqueta con una mesa y dos sillones, nos cautivó.
Antes de cenar fui al onsen. El osen es un baño termal, al que los japoneses son muy aficionados.
Antes de sumergirte hay que ducharse. Es obligatorio ir desnuda y no admiten tatuajes.
Las cena la hicimos en el mismo hotel, era la única opción.
Tomé soba con pollo en tempura, estaba rico pero u poco frio.
Antiguamente durante el periodo Edo, la Ruta Nakasendo era una de la cinco vías principales entre Edo, la actual Tokio y Kioto, pasando por el valle de Kiso.
Hoy día la ruta transcurre entre Magome y Tsumago, dos pueblos de los más hermosos de la Nakasendo. La distancia es de 8 km.
Nakasendo significa “camino a través de las montañas
Es fácil de realizar y a un ritmo tranquilo se puede completar, en dos o tres horas, aunque yo tardé más, pues constantemente iba parando para hacer fotos y admirar el paisaje.
Se puede salir desde Magome a Tsumago, desde Tsumago a Magone o bien hacer un ida y vuelta.
Nosotras como no teníamos mucho tiempo partimos desde Magome, que además era mas fácil, pues las subida son solo de unos 2,8 km
Si se hace al contrario la subida es mas larga, aunque tampoco es difícil.
Al principio comienza una empinada cuesta pavimentada, donde se van sucediendo casas tradicionales de madera, tiendecitas, ryokan, posadas familiares e incluso un museo.
Continuamos por unas escaleras, después unas bajadas y subidas hasta el punto más alto que es Magome-toge, puerto Magome (801m), donde hay un Observatorio al monte Ena
A partir de este punto la vía serpentea entre cascadas, ríachuelos, puentes, norias, santuarios y una frondosa vegetación.
El camino es adoquinado y empedrado, aunque a veces hay que cruzar alguna carretera. Otros tramos son de tierra con travesaños de madera, con lo que hay que mirar al suelo, para no tropezar.
De pronto aparece un cerezo milenario, su tronco ajado intenta sobrevivir al paso de los años.
A lo largo de toda la Ruta Nakasendo, encontramos unas originales campanas, que todo el mundo las hace sonar; dicen que es para ahuyentar a los osos. Claro no vi ninguno, aunque ya me hubiera gustado.
Paramos en una casa de té (Tateba-chaya), nos ofrecieron un calentito té y unos caramelos
Por fin llegamos a Tsumago, sin problemas, aunque con un voraz apetito y después de disfrutar una preciosa caminata.
Los senderos están señalados, tanto en inglés como en japonés, por lo que el google maps puede descansar. También encontrarás bastantes baños públicos.
En una de la tiendas, compramos una cervezas y sentadas en un banco degustamos nuestro delicioso picnic de ibéricos.
Tsumago, parece un museo al aire libre, las preciosas casas tradicionales, lucen sus fachadas de madera que se vuelven más bellas al alba y al atardecer.
El 23 de noviembre se celebra el Fuzoku Emaki, un festival en el que los vecinos se visten como en el periodo Edo.
En total tardamos cuatro horas, se puede hacer más rápida, pero, íbamos en plan de deleitarnos haciendo fotos y hablar con algún local.
Hay buses cada dos horas de Tsumago a Magome.
Nosotras tomamos un taxi hasta el hotel, ya que nuestro próximo destino era Takayama y no teniamos mucho tiempo
Recogemos las maletas y de nuevo un bus hasta Nakatsugawa.
Desde el centro de Información turística de Magome se puede enviar el equipaje a Tsumago y viceversa.
Basta con dejarlo entre 8:30 y 11:30 para que llegue al otro pueblo, antes de las 13h.
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