Mirissa
Después de tanto ajetreo por este maravilloso país, decidimos irnos a las playas a descansar, pues algunas de ellas como Mirissa, Hikkaduwa y Unawatuna, están consideradas como las mas bellas y mejores de Sri Lanka.
Goza de unos arenales magnificos, bordeados de palmeras y cocoteros, sus aguas son cristalina y limpias. Los aficionados al surf, pueden disfrutar de las olas en algunas de ellas.
Mirissa, transformo nuetro cansancio, en unas vivencias de paraiso tropical.
Ubicada en la punta sur de la de Sri Lanka, con unos de los mas impresionantes amaneceres y puestas de sol de toda la isla.
Es perfecta para relajarse y olvidar el bullicio de las grandes ciudades de Occidente. Cuentan con una buena infraestuctura de hoteles y restaurantes, aunque no muy lujosos, pero todos ellos muy acogedores.
Llegamos a Mirissa, como siempre con Anura, nuestro estupendo conductor en el coche alquilado.
No había manera de encontrar el hotel que habíamos reservado en la misma playa, el Paradise Beach Resort, después de dar mil vueltas, logramos localizarlo y es que, en el letrero solo ponía PBR: las siglas.
Esta bien situado y construido por donde pasó el tsunami, las habitaciones son muy cómodas y ofrecen buenas vistas, sobre todo al atardecer. El restaurante un poco destartalado, pero con buena cocina a base de pescado.
Alli pasamos unos dias muy buenos y tranquilos; practicando snorkeling, nadando entre peces, y haciendo caminatas. Simplemente contemplamos el silencio, solo roto por el sonido del agua y la algarabía de algunos niños que se acercaban cuando salían del colegio.
Nos levantamos temprano para aprovechar al máximo todas actividades del “dolce far niente“como dirían los italianos.
A mediodía nos tomábamos unas cervezas fresquitas, con algún aperitivo y sentadas en las hamacas observábamos todo lo que acontecía a nuestro alrededor.
Los puesta de sol cada tarde eran diferentes, unas veces de un colo rojo fuego y otras de tonos rosa pastel, asi veíamos como se disolvía, lentamente entre el mar y el cielo.
Por la noche solíamos hacer una buena cena, en algunos de lo pequeños chiringuitos dispersos por la playa.
Por la mañana, los pescadores y dueños de los restaurantes, nos mostraban el pescado, que íbamos a tomar. Lo contratábamos en la playa aunque, teniamos que regatear, pero la frescura de los peces estaba asegurada.
Los fondos marinos me impresionaron mucho, mi clásica cámara, la cambié por la Gopro acuática y este fue el resultado, siguiendo el rastro de corales y peces.
En el eterno tuk tuk, nuestro medio de transporte para las distancias cortas, visitamos una fabrica de batik, que son unas telas, con dibujos impresos manualmente y con la “tecnica de la cera”. Fabrican, ropa,manteles ,colchas, todo de vivos colores y hechos de algodón. Son muy resistentes a los lavados, yo esta vez no compré, porque tengo ya de anteriores viajes. Estan realmente bien hechos
Continuábamos en la playa hasta el anochecer, me fascinaba ver ese escenario de gente autóctona que iban a bañarse después de la jornada de trabajo.
Unawatuna
Solo fue viaje de ida y vuelta, pues queríamos conocer otra de las idilicas playas. Este pueblo, uno de los sitios mas afectados por el tsunami y donde miles de personas murieron, hoy día esta totalmente reconstruido.
Fue sorprenderte, encontrarnos con una de las estampas mas pintorescas y representativas de Sri Lanka. Es la de los pescadores sentados en unas estacas de madera, clavadas en el mar.
Lanzan el anzuelo y con un perfecto equilibrio, consiguen arrastrarlos y sacar los peces. Los puestos son muy codiciados, ya que algunos emplazamientos son estratégicos. La profesion y las estacas, se heredan de padres a hijos, los cuales estan muy orgullosos del tradicional sistema de pesca.
No ganan mucho y sus condiciones son precarias, por eso, si haces una foto, la propina le vendrá bien, aunque algunos te quieren cobrar hasta por pisar la playa y ponerte los zapatos
Continuará..