La Rusia de los zares, concretamente San Petersburgo siempre ha llamado mi atención. No se, si por todos los libros que han caído en mis manos, las películas que he visto y la cantidad de reportajes interesantísimos de la TV.
Aunque he de confesar, que las doctrinas políticas sovieticas, la caída del muro y la guerra fría, me atraían bastante, así es, que quería saber un poquito más de lo que fué este gran y poderoso imperio.
Desde Málaga y con la compañía Aeroflot tomamos un vuelo directo a Moscú y de ahí a San Petersburgo. Nunca había volado con estas lineas aéreas, de entrada no apostaba nada por ellas, pero me han sorprendido gratamente, en cuanto a puntualidad, comidas y trato del personal.
Que ver en San Petersburgo
1.-Una visita panorámica de San Petersburgo
Hacemos una visita en bus por toda la ciudad, parando en los sitios mas emblemáticos. Tuvimos la gran suerte que se celebraba el día de la Victoria, hacia 72 años de la guerra y el triunfo sobre los nazis.
Toda la ciudad estaba engalanada con banderas, fotos, estandartes que hacían alusión a la victoria. San Jorge es el patrón del ejercito ruso y es el único que no han cambiado los sóvieticos. Toda la gente portaba cintas de rayitas negras y naranja, simbolo del santo. El color negro significa pólvora o muerte y el naranja fuego.
Un gran desfile, con miles de soldados, tanques y demás artilugios de guerra, inundaron la ciudad. Los familiares de las victimas llevaban grandes fotos de sus antepasados muertos y los coches y buses también las colgaban en el parabrisas. Fue muy emocionante y emotivo.
Son varios dias de fiesta donde todo el mundo sale y se divierten, pero también un día para reflexionar
Los comunistas quitaron del calendario los domingos y días festivos. Son como unas mini vacaciones bien merecidas y es para compensar.
Partimos de la plaza de la Inresurreción o Sublevación, antigua plaza del Signo, donde había una iglesia que destruyeron, para hacer las vías de un tranvía, el cual no se hizo. Hoy es una parada de metro.
Seguimos por la avda Nevsky, (la arteria principal con 4,5 km de larga ), teatro Imperial, catedral de Nuestra Señora de Kazán, plaza del palacio del Hermitage. Avanzamos por el puente de la Anunciación que es la frontera del río y del golfo de Finlandia.
Continuamos por Campo de Marte, donde se entrenaba el ejercito imperial, le decían el Sahara de San Petersburgo. Aquí fue en 1917, donde los generales obligaron a Nicolas II para que abdicara. En el centro esta la “llama eterna”que siempre esta encendida y es en honor a todos los revolucionarios que hay enterrados. Desde Campo de Marte divisamos la majestuosa catedral de San Salvador sobre la Sangre Derramada.
Vemos la estatua de Nicolás I ante la plaza del Senado y la catedral de San Isaac.
En una esquina de la plaza se ubica el mítico hotel Astoria, era donde Hitler quería celebrar la victoria con una cena, rematada por un gran discurso. Imprimieron las invitaciones sin poner fecha, pero claro nunca se llevó a cabo, ya que su derrota estaba cercana.
Nos dirigimos hacia el oeste para alcanzar la isla de Vassilievsky. Divisamos la catedral de San Andrés que con su color blanco y rosa, combina con la universidad.
El Almirantazgo rematado por una aguja, se ve desde cualquier punto de San Petersburgo, acaba en una veleta en forma de carabela rusa.
Hacemos un a parada en el cabo de la isla, donde se alzan unas imponentes torres rostrales con el fuego en lo alto. Desde allí se ve la torre de la catedral de Pedro y Pablo, siendo la cuarta en altura.
Continuamos por la plaza Teatrálnaya que alberga El Conservatorio y el célebre teatro Mariinsky.
Atravesamos el puente levadizo de la Santísima Trinidad para terminar la ruta, ante la bella catedral de San Nicolas del Mar, rodeada de canales y cerca del Acorazado “Aurora”, el barco que inicio el asalto al Palacio de Invierno.
2.-Monasterio de Alexander Nevsky
Al final de la Avda Nevsky se encuentra este bello monasterio, menos turístico pero muy interesante.
Es un recinto amurallado, que cuenta con siete iglesias, entre la que destaca, la catedral de la Trinidad, la de la Anunciación y la de San Teodoro.
Fue mandado construir por Pedro I en 1713 , además de las iglesia, consta de tres cementerios en los que están enterrados personajes célebres de la ciudad, como Dostoievsky, Rubinstein, Tchaikovski y otros.
Uno de los laterales del monasterio linda con el río Neva, con lo cual las vistas son excepcionales.
La entrada es gratis, solo hay que pagar los dos cementerios que hay al principio.
3.-Catedral de San Salvador sobre la Sangre Derramada
Fue construida en el 1907 y es una joya de la arquitectura rusa. Es el lugar donde en marzo de 1881 asesinaron al zar Alejandro II, de ahí le viene el nombre de la sangre derramada.
Su interior destaca por sus hermosos mosaicos, mármoles traídos de toda Europa y piedras semipreciosas.
En la época soviética estuvo cerrada desde 1930 hasta el 1997, más tarde fue restaurada, siguiendo el estilo la arquitectura rusa.
4.-Catedral de San Isaac
Es el mayor edificio religioso de San Petersburgo. En su origen fue un pequeña iglesia de madera, mandada construir por Pedro I. Sobre ella, Montferrand edificó otra, cuyos cimientos están basados en 20.000 troncos clavados en la tierra. Se tardó unos 40 años, desde 1819 hasta 1858.
Tiene cuatro fachadas con 112 columnas de granito finlandés de una sola pieza, y una cúpula de 102 metros rodeada por cuatro campanarios. Tiene aspecto de templo griego.
Las puertas están primorosamente labradas, con escenas de la vida religiosa.
Quedé sin respiración cuando vi su interior. Todo reluce, con materiales de mármol, malaquita, lapislázuli y unos magníficos frescos decorando techos y paredes . Hay 350 esculturas repartidas entre todo el recinto. Lo mas impresionante es el iconostasio de malaquita y el péndulo de Foucault que cuelga de la cúpula central.
La capacidad es de 14.000 personas.
Durante la Segunda Guerra Mundial se usó como almacén de obras maestras, traídas de diferentes sitios. Hoy día se celebran exposiciones, conciertos y ocasionalmente misas.
Se puede subir al mirador desde el que verás una magnifica vista de la ciudad, pero prepárate para los 562 escalones.
5.-Catedral de Nuestra Señora de Kazán
Es la principal catedral de la ciudad y donde se celebraban los matrimonios reales. Situada en la Avda Nevsky, es una parada obligatoria.
El Emperador Pablo I la ordenó construir según el modelo de la Basílica de San Pedro en Roma.
Un dato curioso es que la fachada de columnas que da a la Avda Nevsky, no es la principal, sino una lateral, aunque no lo parece. Es majestuosa por fuera y sobria por dentro. No se puede hacer fotos, pues esta destinada al culto.
Es un ejemplo de la arquitectura neoclásica, de principio del siglo XIX.
6.-Catedral de San Nicolas de los Marinos
Situada entre dos canales, es una de las más importantes de San Petersburgo, aunque fuera de los circuitos turísticos. Construida entre los años 1753 y 1762, por el aquitecto Savva Txevakinski, es de estilo barroco isabelino.
Fue consagrada a San Nicolas de Bari y dedicada a los marineros que murieron durante las guerras.
En las paredes de la iglesia están las placas con los nombres de los marinos muertos.
La fachada de color blanco y azul se divisa desde lejos a través de los árboles, reluciendo sus cinco cúpulas doradas.
El campanario de cuatro pisos acaba en una larga aguja de 52m. de alto, que se puede ver desde bastante lejos, sobresale por encima de los árboles.
El interior es barroco, dorado y con pinturas de artistas italianos.
Se requiere silencio y respeto.
7.-Fortaleza y catedral de Pedro y Pablo
Esta fortaleza se ubicada en la pequeña isla Zayachy sobre el río Neva y es el centro histórico y la zona más antigua de San Petersburgo.
El zar Pedro I el Grande la ordenó construir en 1703, como defensa ante los ataques de los suecos en la guerra del Norte, aunque nunca entro en batalla.
La fortaleza tiene forma hexagonal con seis bastiones en cada uno de los ángulos y seis murallas, cuya altura es de 12 metros.
Como no cumplió la función de defensa, se convirtió en prisión, acogiendo en a Trotski, Dostoievski, Gorky e incluso Alexei, hijo de Pedro I que fue ejecutado por su propio padre.
Tuvimos la suerte de oír el cañonazo que se dispara cada día a las 12.00 desde el bastión del zar. Un sonido atronador retumbó en todo el recinto, quizás, ese día era más fuerte, era la fiesta de la Victoria.
Hoy es un lugar agradable, que se ha hecho muy popular, para pasear por la playa, y lo mejor de todo, es admirar las vistas de la otra orilla del Neva.
Dentro del mismo complejo se encuentra la catedral de Pedro y Pablo que fue la primera iglesia de madera que se construyó, después de la fundación de la ciudad, posteriormente se reconstruyó en piedra y Trezzini la remodeló, siendo hoy uno de los iconos de la ciudad. Por fuera parece una iglesia, y por dentro un palacio.
La torre acaba en una aguja de 123 metros y es punto mas alto de la ciudad. En el extremo hay un ángel que es el símbolo de San Petersburgo.
El interior contiene las tumbas de los emperadores y zares, incluso Nicolas II y familia que al final recibieron sepultura aquí, en 1997.
A la salida podemos ver un escultura de Pedro I el Grande, del escultor Mijail Shemiakin. Ha suscitado mucha polémica, pues son bastante evidentes las proporciones entre el cuerpo y la cabeza.
Se puede llegar andando a través de los puentes Dvortsovy y Birzhevoy sobre el río Neva.
8.-Museo del Hermitage
Es uno de los mayores museos de pintura y antigüedades del mundo. Aparte de museo es un imponente palacio de la época de los zares.
El complejo tiene cinco edificios interconectados: el Palacio de Invierno, el Pequeño Hermitage, el Nuevo Hermitage, el Gran Hermitage y el Teatro Hermitage. Fue la ultima residencia de Nicolás II y familia.
La sala más bella es la sala malaquita, decorada con chimeneas, pilastras, lámparas, columnas y mesitas de malaquita de los Urales. El conjunto es sorprendente, toda una perfecta combinación de verdes, dorados y rojos.
Para ir de un edificio a otro se pasa por un pasillo al que le dicen “el pequeño Vaticano“. Y si, me lo recordó bastante, con todas la paredes y techos de primorosas pinturas.
El palacio de invierno es el principal edificio del museo. Fue construido entre 1754 y 1762 por orden de la emperatriz Isabel. Más tarde Catalina II mandó edificar al lado de este, el Pequeño Hermitage con unos impresionantes jardines colgantes.
El interior del palacio aparte de la colección, es majestuoso, profusamente decorado, siguiendo la linea del barroco ruso.
El museo oficialmente nació en 1764, cuando un comerciante alemán le envía a Catalina II 225 cuadros, para saldar unas deudas. A partir de este momento Catalina comienza a comprar en subastas europeas.
Se exhiben más de tres millones de obras, dicen que recorrer todas las salas supone 24 km. Con lo cual tendrás que ir durante varios días si lo quieres ver todo.
Nosotros estuvimos solo tres horas, pues no teníamos tiempo. Escogimos un paseo guiado, en el que te muestran las principales obras.
Los chinos de repente invadieron todo y no había manera de hacer una buena foto, me empujaban, gritaban como locos. Bueno al poco tiempo se fuero diluyendo.
El precio de las entradas es desde 7 a 13 €, según las salas que se vayan a visitar. El primer jueves de cada mes es gratuita, aunque hay mucha gente. Se pueden adquirir en la taquilla , en maquinas automáticas on el sitio web del Hermitage.
Reglas a seguir
Las chaquetas, abrigos, mochilas y bolsos grandes hay que dejarlo en el guardarropas.
No se permiten fotos con flash.
9.-Palacio Yusupoc
Este palacio fue la principal residencia de los Yusupoc y donde asesinaron a Rasputin en 1916.
Los Yusupoc eran una familia de nobles rusos, con una inmensa fortuna. Felix Yusupoc estaba emparentado con los Romanov, ya que contrajo matrimonio con Irina, la sobrina del zar Nicolás II.
El palacio fue construido hacia 1770 por el arquitecto Jean Baptiste Vallin de la Mothe, pero a lo largo de los años fue modificado, siendo conocido por su mezcla de estilos.
Es uno de los palacios mas lujosos, según la reina Isabel de Inglaterra.
Con un precioso museo y un espectacular teatro, tenia todo lo que se puede pedir. A pesar de ello la corte no era feliz, intrigas palaciegas, asesinatos e infidelidades ocurrieron dentro de esos muros aristocráticos.
En el asesinato de Rasputín participaron varios miembros de la corte, pero dirigido por Felix Yusupoc, primo de Nicolás II.
La muerte de Rasputín se debió a su influencia en las decisiones de estado. La zarina estaba totalmente obsesionada por él, tomando muchas veces determinaciones incorrectas. Para salvar la monarquía, pensaron que lo mejor era eliminarlo.
Rasputín era una especie de sanador-monje y más de una vez salvó la vida del pequeño Alexi, que padecía de hemofilia, por esto y otras historias, la zarina confiaba totalmente en él. Según los cotilleos de la época dicen que mantenían relaciones, aunque físicamente era feo y maltrecho.
Yusupoc invitó a Rasputín al palacio, para tratar un fuerte dolor de cabeza de la princesa Irina, cuando esta, ni siquiera estaba en Rusia. El monje aceptó y fué al palacio donde lo esperaban sus asesinos.
Primero lo intentaron con cianuro que le pusieron en el vino y como no se moria, le disparan varias veces y tirando posteriormente el cadáver al rio Moika
Hay una recreación en los sótanos de este episodio, tan malvado como perverso.
10.-Crucero por vías y canales
Un paseo en barco se convierte en una experiencia muy agradable. Desde el muelle del río Moika, hacemos un recorrido, encontrando sitios de gran belleza.
Pasamos por varios puentes, iglesias, palacios, museos etc. No hay nada que desentone, las aguas del canal son de color azul oscuro, debido a la profundidad.
Con gran asombro vemos cientos de tanques en la orilla de los canales, al día siguiente es la Victoria y hay que celebrarlo.
11.-Ver un espectáculo de música y danza tradicional
En un teatro asistimos a un espectáculo de música y danza tradicional. Los trajes típicos, los colores, los cantantes nos hacen pasar un rato muy bueno
Antes del espectáculo te ofrecen una copa de champán y en el descanso hay unos aperitivos con diferentes vinos.
Nos encantó, aunque si no estabas alerta corría el peligro de que te quedaras sin nada, la gran cantidad de chinos dieron buena cuenta del ágape.
12.-Teatro Imperial Mariinsky
Este teatro debe su nombre a Maria Aleksándrovna, esposa del zar Alejandro II de Rusia. El arquitecto Aberto Cavos se inspiró en la ópera de Dresde y fué construido entre 1859 e inaugurado en 1860.
Predominan los rojos y los dorados, dándole la grandiosidad de los mejores teatros del mundo.
El repertorio como el Ballet Imperial y la Ópera Imperial, fueron reubicados aquí, ya que el teatro Bolshoi de Moscú no se consideraba seguro.
En la época soviética se llamaba Teatro de Kirov, pero recuperó su nombre en 1992.
Ha sido escenario de importantes directores, músicos y bailarines y hoy día esta considerado un clásico, donde se representan las mejores obras del arte ruso.
La fachada es renacentista y la decoración interior es grandiosa con pinturas de famosos artistas italianos.
Asistimos al ballet más clásico y mejor de todos los tiempos: El Lago de los Cisnes. No me lo podía creer, cuando sentada en mi butaca comenzó el gran espectáculo. Por fin cumplí unos de mis sueños.
Las entradas no son baratas (120€) pero las butacas son cómodas, la acústica fantástica y el ambiente no puede ser mejor.
Es una experiencia que siempre llevaras en tu corazón.
Que ver en los alrededores de San Petersburgo
Jardines y del palacio de Peterhoff
Situado a 30 km. de la ciudad, es un complejo de jardines, cascadas, fuentes y palacios. Fué la residencia de los zares hasta 1917, se le llama también el “Versalles ruso” y es Patrimonio de la Unesco.
En la Segunda Guerra Mundial fue ocupado y destrozado por los alemanes, después empezó su restauración que aún continua.
Lo más interesante son los jardines y fuentes. El agua que utilizan viene de manantiales naturales.
A lo largo de todo el recorrido podemos ver multitud de cascadas como la Gran Cascada y la Fuente de Sansón.
Las esculturas bañadas en oro, digamos que rozan la perfección. Se podría estudiar anatomía en ellas
La Gran cascada se extiende desde el palacio hasta el canal de marina.
Tiene 64 fuentes diferentes y 200 estatuas de bronce.
Es realmente espectacular y merece la pena hacer esta excursión.
Se puede llegar por tierra: en bus o taxi y por mar: partiendo del embarcadero del Hermitage en San Petersburgo.
La entrada para los jardines y cascadas cuesta 800 rublos.
El palacio en si, no es tan interesante.
Palacio de Catalina la Grande
Situado en Pushkin antigua Tsárskoye, un pequeño pueblecito a 27 km. de San Petersburgo. Fué la residencia de verano de los zares de Rusia.
Tiene su origen en 1712 , construido por orden de Catalina I. Más tarde la emperatriz Isabel lo reformó, utilizando mas de 100 kg de oro en la fachada y tejados. Posteriormente Catalina II de Rusia paró las obras, cuando se enteró de los excesivos gastos.
El estilo rococó es el que predomina, ya que en esa época estaba de moda.
Impresionada me quedé al ver su fachada de 306 m. de longitud, los patios de color turquesa, tejados en plata y los capiteles y frisos en dorado.
El interior es todo bonito, pero lo más destacable es la sala de Ámbar, que es famosa aparte de por su belleza por su trágica desaparición.
El interior es todo bonito, pero lo más destacable es la sala de Ámbar, que es famosa aparte de por su belleza por su trágica desaparición. Esta sala es un conjunto de zócalos, paneles y muebles formados por miles de trocitos de ámbar. Se considera la octava maravilla del mundo.
La cámara tuvo un final trágico, fue trasladada por los alemanes al castillo de Konigsberg, pero al finalizar la guerra , nunca más se supo de ella.
En el 2003 se hizo una copia exacta en el mismo palacio, colaborando empresas rusas y alemanas, siendo inaugurada en el 300 aniversario de la ciudad de San Petersburgo