Cumpliendo con el ritual de hacer escapadas cada fin de semana y después de saber que se celebraba el concurso del ajobacalao en Vélez Málaga, la capital de la Axarquía, decidimos unos cuantos amigos blogueros, asistir a este evento gastronómico tan curioso y tan bueno para nuestros paladares.
El sábado impacientes y llenos de ilusión, nos dirigimos a Vélez Málaga, la capital de la Axarquía para participar en el espectáculo de la elaboración y degustación de esta sabroso plato.
Nos recibe Miguel Angel, un técnico de turismo muy simpático y muy documentado en la historia y cultura de la ciudad de Vélez Málaga. Nos hace una visita guiada, de lo más completa, que aunque no teníamos mucho tiempo la aprovechamos bastante bien. Miguel Angel nos da todo tipo de detalles, sobre esta bonita y quizá olvidada ciudad.
Nos habló de Cervantes, de Maria Zambrano, de Francisco Hernandez, de Picasso, y de todos estos personajes que tienen bastante que ver con la ciudad de Vélez Málaga. Aunque todo esto es muy interesante os lo contaré en otro post.
Pero vayamos a nuestra historia del ajobalalao que es lo que nos interesa, ahora que es Semana Santa.
Patricia, experta bloguera en el mundo de la gastronomía, hoteles, moda, tratamientos faciales y en general todo lo concerniente al mundillo marbellí , era la invitada por el jurado para probar esta exquisitez.
El origen del ajobacalao se remonta al siglo XVI, cuando en la procesiones de Semana Santa se les obsequiaba a los horquilleros (hombres que sacaban los pasos o tronos) con esta pasta que se untaba en tostadas o pequeños panecillos y como no, tenían que ir acompañado del vino de la tierra, que aquella época ya prometía y que hoy se ha convertido en uno de los mejores valorados de mercado español. Los horquilleross reponían fuerzas enseguida y ya estaban dispuestos para el siguiente paso, tengamos en cuenta que un trono puede pesar hasta 3.500 kilos.
El ajobacalao se trata de una pasta densa y espesa, preparada con ingredientes que respetaban el no comer carne en la Cuaresma. Antes era tarea de penitencia, hoy es una tradición.
El ajobalao constituye un ejemplo de lo que hacia el hombre en tiempos de abstinencia, y es que de una necesidad, el ingenio se agudiza y surgen estos platillos maravillosos.
Los componentes de este tipo de paté son muy básicos: ajo, aceite de oliva virgen, pimientón dulce, pan cateto, limón y bacalao salado.
Ultimamente hay una reivindicación de esta comida tan antigua, los mas atrevidos se lanzan a realizar algunas modificaciones, tales como añadirle una guindilla, óregano o incluso aceitunas.
La receta no es compleja, pero requiere tiempo y paciencia, por eso algunas empresas veleñas como la de los hermanos Jose Manuel y Luis Javier Espejo Molina han tomado la iniciativa de comercializar esta pasta, el producto viene en tarrinas, muy útil para transportar a cualquier lugar.
Es un alimento muy nutritivo y perfecto para un aperitivo acompañado de un vino Naturalmente Dulce de la variedad Moscatel o Pedro Ximenez.
La tradición del ajobacalao esta muy arraigada entre los veleños, de ahí que cada año se convoque el concurso par decidir entre los participantes, que receta será la ganadora. Los niños también tienen cabida, siendo una actividad que ya practican desde pequeños.
Disfrutamos mucho viendo a pequeños y mayores poniendo todo su empeño, elaborando esta pasta tan exquisita.
La ganadora de este año y de muchos años atrás, fué Carmelina, una señora encantadora, que nos explicó como era su receta, aunque creo, que no nos dijo todo y es que siempre hay que quedarse con un secretillo culinario.
Receta del Ajobacalo de Carmelina
Ingredientes
150 grs. de bacalao desalado y limpio
150 grs. de pan cateto
130 grs. de agua de cocción del bacalao
90 grs. de aceite de oliva extra
1 cucharadita de pimentón dulce
1 diente y medio de ajo
1 cucharadita de zumo de limon
Modo de hacerlo
-En un recipiente con agua, introducir el bacalao desalado, cuando empiece a hervir, dejar enfriar, desmenuzar el bacalao y reservar el agua de cocción.
-En un cuenco, poned el pan desmigado, con el pimentón y un poco de agua de la cocción
-Mezclar, añadir el zumo de limón y dejar en reposo unos siete u ocho minutos.
-Machacar el ajo en un mortero e incorporarlo al cuenco.
-Añadir el resto del agua e ir mezclando con la mano del mortero.
-Agregar el bacalao desmigado y el aceite poco a poco sin dejar de batir, hasta que queda una pasta espesa, pero fácil de untar.
Para darle un toque final se le puede poner un poquito de aceite de oliva y esta lista para servir con unas tostaditas.
Aquí os dejo un minivideo de nuestra experiencia en el concurso.
Gracias al ayuntamiento de Vélez Málaga, por hacernos participes de esta gratificante experiencia culinaria
Blogueros que participamos
Bo: elmundook.com
Patricia: marbellista.com
Juan: tuyoymimochila.com
Concha: conchadeviaje.es
También te puede interesar
El caminito del Rey
Castril
Dólmenes de Antequera