Tomamos el tren en Kandy, para dirigirnos a Nuwara Eliya, una bonita ciudad de las Tierras Altas, donde las plantaciones de te, crecen en preciosos bancales.
El billete, lo compramos el dia anterior, pues no te puedes arriesgar en el mismo momento, ya que es posible que tengas que esperar hasta el día siguiente o mas tarde. En temporada alta es mejor reservarlo con antelación.
El precio fué de 400 Rs. en tercera clase, es lo único que quedaba, aunque después nos alegramos, ya que puedes bajar las ventanillas para hacer fotos y moverte libremente e incluso los asientos son bastante confortables, cosa que no sucede en primera, pues las cristaleras están totalmente cerradas. Tarda unas cuatro horas, si todo va bien y si no hay ninguna avería.
Es una de las rutas mas pintorescas, que se pueden realizar en Sri Lanka, no solo por la experiencia del paisaje sino por el dificil trazado de las vías y la altitud que alcanza.
El viaje es realmente fascinante y discurre entre idílicos paisajes verdes.El serpenteante tren va ascendiendo poco a poco y el cielo parece acercarse.
Pasamos por poblados pequeños, en los cuales puedes bajar rápidamente para comprar alguna bebida. Nos vamos adentrando en un denso paisaje lleno de color, solo roto por el convoy azul y el tejado naranja de las casitas.
Todo repleto de hermosas plantaciones de té, cocoteros, flores silvestres,helechos etc…Parece un jardín botánico, llevamos las ventanillas abiertas y el aire fresco me hace sentirme vaporosa.
Las puertas también van desplegadas, lo cual nos permite hacer fotos con facilidad y hablar con los niños que se acercan.
Atravesamos puentes, túneles, cataratas, que también tienen su protagonismo, me salpican agua y me mojan, ya que nos ceñimos a las curvas, según la orografía del terreno.
Las paredes verticales de piedra desafían al hermoso panorama de suaves colinas . Los arbustos de té me recuerdan manojitos de brócoli y el pitido del tren, cuando pasa por los túneles, parece silbidos de personas.
Pero lo mejor de todo es mezclarte con la gente que viaja como tu. Se pueden ver realizando todo tipo de menesteres, unos comen, otros rezan, los niños juguetean y yo para meterme dentro de ellos les digo mi eterna y ridícula frase: «Where are you from». Es una manera de entrar y os aseguro que funciona en todo el mundo . Los vendedores ambulantes suben en todas las paradas, para ofrecer comida y bebida.
Bajamos en Nanu Oya que es el pueblo mas cercano hasta Nuwara Eliya, alli tomamos un taxis hasta el hotel que dista 15 km. de la estación y pagamos 800 Rs.,no se dejan regatear.
Habiamos reservado en el Cottage Quen Wood, que en Internet nos pareció muy acogedor. El cottage era un duplex, con todos los muebles de madera y decoración rústica de montaña.
Pero nos aguardaba una sorpresa, la habitación de abajo preciosa, pero la de arriba, no tenia cama, el colchón muy finito en el suelo, sofá sin patas y sin un mísero armario para colgar nada.
El suelo era testigo de mi desorden.Lo peor era cuando tenias que ir al baño, las maderas crujían y mas de una vez estuve a punto de caerme.
Lo mejor del hotel era un jardín, con mesitas, donde te servían el desayuno, que degustabamos reposadamente.
Una vez dejado el equipaje, nos decidimos a descubrir este maravilloso enclave.
Nuwara Eliya es una estación de montaña, situada al sur de Kandy en plenas Tierras Altas y a 1868 m. de altitud. Es sin duda la población mas británica de todo Sri Lanka, con varias mansiones, edificios civiles coloniales y dos campos de golf. Aqui es donde los ingleses se escapaban huyendo del calor en la temporada seca.
El clima es templado e incluso hace frío.
Victoria Park
De estilo inglés, muy cuidado y con gran variedad de flores, árboles y pájaros.
Hay justo enfrente un campo de golf, el cual atravesamos para ver algunas calles con sus greenes y la la casa club que es de estilo colonial, sencilla y acogedora.
El campo de 18 hoyos es plano con lagos y trampas de arena. El recorrido total es de 4867 m.
Damos una vuelta por un mercado de frutas, típico y colorido. Compramos unos mangos exquisitos y muy dulces. Nos gusta probar todo tipo de manjares y comer en tenderetes callejeros.
Gran hotel
Es una excelente estructura de la época isabelina, fué la mansión de Edward Barmes que era el gobernador de Sri Lanka durante 1830-11850. Rodeado de jardines, con parterres de diversas formas, apretados setos y exóticos árboles.
En el hotel nos tomamos un té, aunque lo que deseábamos era una cerveza, pero había luna llena y estaba prohibido servir alcohol. En realidad queríamos visitarlo y cargar nuestros teléfonos y cámaras, con gran sorpresa vemos que detrás de nuestra mesa había varios enchufes.
La jornada habia sido larga, teníamos hambre y justo enfrente del hotel vemos un restaurante indio ¡Oh maravilla!, nos apetecía otro tipo de comida y dejar un poco la cocina cingalesa. Cenamos estupendamente y dimos buena cuenta de todos los platillos, que compartimos entre todos.
Al día siguiente hablamos con Waruna, que es el chico que nos sirve y chico para todo.Le proponemos que nos acompañe para una caminata y ver las plantaciones del oro verde.
Andamos unas cuatro h.,ascendemos por una empinada cuesta en busca de nuestro principal objetivo: Té y pagodas.
Aprendemos que las hojas de té se recogen de tres en tres y solo dos brotes pequeños. Es todo una ciencia.
Este trabajo lo realizan las mujeres, generalmente tamiles y se transmite de generación en generación. La mayoría no han hecho otra cosa en toda su vida, el salario es mínimo pero ellas contentas de poder realizarlo.
Con los sacos llenos los llevan a unos camiones para transportarlos a las fabrica. Son muy rápidas cogiendo estas hojitas, que depositan en unas bolsas que llevan en la espalda y sujetas a la cabeza por una cinta.
Alguna plantaciones tienen mas de 150 años, se remontan a la época colonial y fué el capitán Macwood quien inició el negocio de las importaciones de té a todo el mundo.
La fabrica Pedro Te State es una de las principles y más antiguas . Se puede hacer una visita guiada con explicaciones del todo el proceso y de la maquinaria original.
Despues de esta excursión, una vez el ciudad fuimos al Pub, que es un bar con solo hombres y donde se bebe alcohol, principalmente cerveza de barril. Se armó un gran revuelo cuando nos ven entrar por la puerta, éramos las únicas mujeres.
El dueño nos instala en la planta de arriba para ahuyentar las miradas descaradas, dice que es mas tranquilo y menos ruidoso Nos tomamos unas cervecitas muy frías con unos cacahuetes.
De repente comienza a llover torrencialmente y continuamos en este deporte de «levantamiento de jarras».El precio de cada una es de 170 Rs.
Ella
Tomamos un taxi hasta Nanu Oya para viajar de nuevo en el tren hasta Ella. Esta vez vamos en primera clase, pero como ya he dicho antes, me gustó mas ir en tercera.
Tardamos 2.30h., el trayecto también muy bonito y parecido al de Nuwara Eliya.
Hay que ir en taxis hasta nuestro Hotel Hideway, que esta a 15 km. de la estación y a unos 6km. de Ella. La carretera es muy pendiente y con curvas, aunque muy verde y saturada de vegetación.
El hotel esta situado en Makulella, perdido del mundanal ruido, en un paraje precioso, donde no te encuentran nis las águilas y con una soledad casi abrumadora.
Las habitaciones buenísimas con camas grandes y el entorno relajado, con diversos jardincitos y rincones para perderte.
La cena había que encargarla por la mañana, pues ellos iban al mercado y compraban todo lo necesario.
Al amanecer, mi cámara ya apuntaba hacia esa tropical puesta de sol de furiosos colores rosas y naranjas, que poco a poco se iban disolviendo hacia unos tonos azulados
Vamos con Donald, que es el dueño del hotel para hacer una excursión al Ella Rock .
Primero hacemos un tramo en coche para después emprender la marcha por un camino mojado y con alguna dificultad .La noche anterior llovió, el camino es fangoso, nos resbalamos y hay alguna que otra caída.
Pero lo peor esta por venir: y es que hay cientos de sanguijuelas en el suelo, entre las hojas caídas de los arboles, aunque no se ven.
Se nos meten por todos los lados y eso que íbamos con pantalón largo y calcetines muy ajustados . Lourdes fue la primera afectada, de repente nota en el pie algo frío, mira y ve que tiene una sanguijuela, se la arranca,aunque hay que hacerlo con sumo cuidado ya que puede quedarse prendida la cabeza, le cuesta trabajo, se pegan como lapas.
Donald nos dice que no problem, pero si problem
LLegamos al Ella Rock, una roca desde donde se ve el Adan Peak, un monte venerado por todas las religiones, redondeado y alfombrado de hierba.
Hay una huella en la cima que es donde se supone que Adán piso tierra por primera vez o tal vez Buda o Shiva según interpretación .Desde allí se puede ver Colombo, si el día esta despejado.
Me subo a una piedra, para poder admirar esa grandeza del paisaje, pero la euforia de las vistas dura poco.
De repente noto una sensación de frío en el muslo, me remango el pantalón que con los nervios no podía desatar el cordón que me ajustaba al calcetín y ¡oh maldición !veo una enorme sanguijuela, succionando mi sangre, dejando un reguero de este fluido rojo.
Llamo a Donald como una loca, me la quita y me pone el remedio de la botella que llevaba :agua con sal. ¡No me lo podía creer !,era una pesadilla, lo pasé fatal..
La belleza del paraje nos dio fuerza para admirar, grabar y fotografiar.
Llegando al coche me despojo del calcetín y veo que hay dos Hirudineas, le doy un manotazo y se me queda pegada al dedo indice .¡Que horror!.Me pongo muy nerviosa y en estado de choque, creo que tengo todo el cuerpo lleno .
A Ines no la atacaron y yo no me explicaba el porqué. Ya estaba dispuesta a estudiar el comportamiento de estos chupadores de sangre. Ella llevaba zapatillas de color oscuro, mientras que la nuestras eran de color blanco. Pensé que ahí estaba la respuesta, preferían colores claros y que quizás estos les llamaban mas la atención, pero no, no era eso.
En el desayuno que hacíamos en la terraza, de repente veo a Inés despendolada, se sube el pantalón y vemos que estos bichitos han hecho de las suyas.Toda la pierna ensangrentada y la sanguijuela ya esta en el suelo gorda de todo lo que ha ingerido.
Las soberbias vistas desde allí y el espléndido desayuno nos hace olvidarnos de este incidente.
Por la tarde vamos al pueblo, desde donde visitamos mas plantaciones de té y callejeamos a lo largo de la via principal. Nos encontramos un mercadillo con infinidad de especias, lleno color, sabor y olor.
Para reconciliarnos con nosotras mismas, visitamos un templo budista excavado en roca de 2500 años de antigüedad, embellecido con budas y pinturas multicolor siguiendo el el patrón de las construcciones cingalesas.
De vuelta al hotel, nos encontramos con la cataratas Rawana Ella, con abundante caudal y hermosas caidas.
Continuara..
Prácticos Practicos
Trenes
Kandy– Nanu Oya: 3ª clase /400Rs. /4 h.
Nanu Oya- Ella: 1ªclase/50o Rs./2.30 h.
Hoteles
Nuwara Eliya: Cottage Queen Wood:/75 $/noche/4 personas con desayuno
Ella: Hydeway /30 $ /hab doble con desayunoRestaurnates en Nuwara Eliya
Grand India: 1500 Rs.