La aventura de viajar es la mejor aventura
La aventura de viajar es la mejor aventura
Decidirme donde ir después de la pandemia sería ardua tarea. Costa Rica era uno de los países que ofrecía seguridad y los únicos requisitos eran el Certificado Covid, rellenar un formulario y un buen seguro. Costa Rica, siempre despertó en mí un interés especial, surgiendo un chispazo tipo flash incapaz de controlar.
Costa Rica limita al norte con Nicaragua y al sur con Panamá. La costa oeste está bañada por el Mar Pacífico y la costa este por el Mar Caribe, una situación inmejorable.
Costa Rica esta enfocada al turismo de naturaleza o ecoturismo y su interacción con ella. Se puede ir a conocer varios ecosistemas, gracias la red de parques y estar en contacto directo con loa animales.
A los costarricenses le preocupa mucho la conservación del medio ambiente y por eso se han centrado en en este tipo de turismo.
Costa Rica cuenta con uno de los mejores sistemas de reserva y parques nacionales del mundo. Tiene 35 reservas naturales que protegen mas del 25 por ciento del territorio del país. Es el que mayor biodiversidad tiene por km cuadrado, el otro es Ecuador.
De Costa Rica me quedo con su naturaleza, su gallo pinto del cual ya os hablaré y por supuesto la amabilidad de los costaricenses, también llamados “ticos”. El saludo es: Pura Vida
Según la fundación británica de Nueva economía Costa Rica es uno de los países más felices del mundo y se mide por su IPF( Índice del planeta)feliz
Tortuguero
Cahuita
Volcan Arenal
Monteverde
Manuel Antonio
Tortuguero fue nuestro primer destino. Nos recogen en el hotel Studio de San José en una mini van muy bien equipada. Vamos hacia el Valle Central por la carretera 52, ascendemos hacia la cordillera volcánica, pasando por el parque nacional Braulio Carrillo.
A lo lejos divisamos unas cataratas de color turquesa muy bonitas, pero no podemos parar, no tenemos tiempo .
Ya vamos viendo el bosque nuboso, hay gran vegetación, como unos helechos fluorescentes grandes árboles, sombrillas de pobre, que es un arbusto con unas enormes hojas y un sin fin de flora en una espesura verde.
Pasamos por el puente del río Sucio, llamado así porque arrastra gran cantidad de sedimento y material de origen volcánico, lo que da a sus aguas un color café.
Descendemos hacia las llanuras bajas del Caribe hasta llegar a la región de Guapiles que significa río gemelo
Paramos en el restaurante Guarumo para tomar un rico desayuno y reponer fuerzas.
Continuamos nuestro viaje hasta Cariari, que sería el último pueblo antes de llegar a Tortuguero. Allí en el embarcadero de La Pavona tomamos una lancha hasta el Parque Nacional de Tortuguero, se tarda unos 75 minutos. Nuestro equipaje va en otro barquito. Es un plácido viaje que pasa por jungla salvaje y plantaciones de bananas.
El Pachira Lodge es nuestro alojamiento, con una inmejorable situación y con su propio embarcadero.
Tenemos pensión completa, las comida es de buffet, pero rica y abundante.
Los exteriores del hotel con agradables terrazas y piscina, son ideales para una copa al atardecer.
El Parque Nacional de Tortuguero, esta conectado por una serie de ríos serpenteantes y lagunas, las cuales hacen posible la navegación entre Limón y los pueblos costeros.
Después de una rica y típica comida, con la pilas cargadas nos disponemos a descubrir nuestro primer destino.
Paseo en Bote
Con la lancha navegamos por el canal de Tortuguero. En el trayecto vemos corzos, tortugas, iguanas, monos, garzas azules y muchas clases de aves y anfibios.
La vegetación exuberante hace ostentación de un verde rabioso y los nenúfares flotantes lucen sus mejores tonalidades.
Una intrépida tortuga hace su aparición, tranquila se dirige a ocultarse de las cámaras y buscar un mejor refugio.
Desove de Tortugas
Ver a las tortugas por la noche en la playa es una de las mejores y más gratificantes experiencias.
La excursion dura unas 2,30 h. El precio es 2500 colones con guía, solo no se puede ir. Hay que reservar con antelación.
Partimos del hotel a las 21:00h, en nuestra lancha, con un grupo de seis personas y con un guía experto.
Lo primero que hay que saber es que no se puede hacer fotos, ni siquiera llevar una linterna, ni ir de blanco. Este color encandila a las tortugas.
Nos bajamos en la playa donde se supone que las tortugas van a desovar. No tuvimos suerte y solo vimos al rastro de una de ellas, se parecían a los surcos de un cuad.
Intentamos ir a otra zona, la noche era oscura, la arena llena de raíces, lianas y algunas hendiduras, con lo cual no es fácil andar.
De repente se produce el milagro: una tortuga enorme con tranquilo paso aparece ante nosotros. Parece que el lugar donde iba a poner los huevos no le ha gustado y se va en retirada hacia el mar.
Con los guías seguimos rastreando por diferentes sitios. La playa esta marcada por zonas del 1 al 10. Si no hay en una, nos dirigimos a otra de las áreas señalizadas.
La fortuna esta con nosotros, en un enorme hueco de un metro de profundidad y unos dos metros de longitud, allí esta otra tortuga poniendo sus huevos, blancos como pelotas de tenis.
Cuando ya los ha expulsado todos, procede a enterrarlo y aquí no ha pasado nada. Su caparazón ahora esta lleno de arena, pues las aletas le salpican. Fue un momento mágico.
Para ver esta maravilla el guía enciende un lucecita roja apenas perceptible.
La zona atrae a cuatro de las ocho especies marinas que existen en el mundo, de ahí surge el movimiento para la conservación de la tortuga marina: La Caribbean Conservation Corporation
La más numerosa es la tortuga verde, la laud, boba y carey están en declive.
Suelen desovar cada dos o tres años y pueden llegar a la costa para poner huevos hasta diez veces en la misma temporada.
La tortuga excava con las aletas un hoyo en la arena y pone de 80 a 120 huevos, lo cubre con arena para proteger su descendencia. La incubación dura de 45 a 70 días. La crias rompen el cascaron y se dirigen immediatamente al mar, para evitar a los depredadores.
Pueblo de Tortuguero
Forma parte del Parque Nacional y hay una estación de investigación y un Centro de Visitantes con exposiciones relacionadas con las tortugas.
El pequeño pueblo tiene una calle principal asfaltada y otras callejuelas peor cuidadas. Una hilera de casitas de colores dan forma a la aldea.
Es un pueblo con encanto, vivo y dinámico, donde la musica sale por todas partes.
Pequeños restaurantes, tiendas y puestos de fruta, se concentran en el centro. También hay algunos hotelitos bien cuidados y habitaciones de alquiler.
Llegó la hora de la copa y el Buda Café apareció milagrosamente, el ron Centenario cola no podía estar más rico, aun recuerdo su sabor a miel y a roble.
Caminata desde el Pachira Lodge
El sendero llamado Popojonche, es fácil y corto. De lo que se trata es de aprender acerca de la flora, fauna y vegetación tropical. Un guía experto nos instruye en esta materia tan interesante.
Vemos aves, insectos, reptiles, algún mamífero y una gran variedad de arboles, especialmente palmeras.
Este bosque tropical lluvioso, de Tortuguero es uno de los más ricos en biodiversidad de Costa Rica. Encontramos ecosistemas únicos propios de la region.
Durante la estación lluviosa parte del recorrido permanece bajo el agua, durante días y a veces semanas. De ahí, que este tipo de bosque sea tan importante para el planeta, pues funciona como una aspiradora que transforma, la contaminación en aire puro
Es importante saber escuchar a la naturaleza y mirar donde se pisa
En el recorrido conocemos a Marcella, una chica de San Jose, que viajaba sola, se une a nuestro grupo y y a la que volveríamos a ver en Puerto Viejo.
Nuestro próximo destino sería, Puerto Viejo, un lugar mágico donde puede ocurrir de todo.
De nuevo en la lancha vamos hasta La Pavona, cambiamos a un mini bus hasta Guarumo, donde comemos enfrente del rio, con bonitas vistas y cerveza fría.
En un mini van de la compañía Interbus, continuamos nuestro viaje. Juan Carlos el conductor, esta muy bien documentado y es muy amable. También tenemos wifi.
Solo vamos cuatro personas, un pareja de vascos encantadores y nosotras dos.
Pasamos por el rio Reventazon, rio Pacuale, rio Chirripó Atlántico y Parque Internacional de la Amistad.
Hacemos una parada en la finca Santa Rosa, para beber algo. El dueño nos regala un gran racimo de plátanos.
La carretera 32 esta muy transitada, los camiones con contenedores se dirigen a Puerto Limón, uno de los más grandes e importantes de Centroamérica.
Pasamos por Beverly, rio Banano, rio Vizcaya, playa Vizcaya y rio Bananito. Alcanzamos el rio Pacuare, mundialmente conocido por sus 18 millas de rápidos.
Llegamos a Puerto Viejo un poco tarde y al mismo tiempo que Marcela. Nos alojamos en el hotel Cariblue, un lodge muy bonito a 5 km. del centro.
Sin apenas descansar en un Tuc Tuc nos vamos al centro. Nos cobran de 3000 colones.
Puerto Viejo en si, es pequeño y fácil de recorrer. Con un ambiente hippie y jamaicano, la musica siempre presente en sus calles, le da un ambiente muy caribeño. Sus bares y discotecas lucen diseños modernos y todos abarrotados de jóvenes que bailan los últimos ritmos de moda.
Junto con Marcela, damos una vuelta, pero nuestro objetivo era una buena cena, así que fuimos al restaurante Tamara de ambiente y comida típica caribeña.
Tomamos un rondón, mejillones en salsa caribeña y patacones. Todo muy rico.
Parque Nacional de Cahuita
A tan solo 16 km. de Puerto Viejo se encuentra el Parque Nacional de Cahuita, declarado Parque Nacional en 1978.
Es el típico paraje tropical húmedo, el resultado es un tupido follaje con cocoteros y uveros de playa.
Se puede disfrutar de la mejores playas, hacer senderismo y observar la flora y fauna en toda su grandiosidad.
Con el coche de Marcela, nos dirigimos al Parque Nacional. La entrada es a voluntad, pero se debe dar alrededor de 1500 colones.
Contratamos un guía por 30000 colonos para el grupo. Es mejor para no perderte nada y ademas Ricardo es un buen profesional y bastante divertido.
Sendero de la playa blanca
La caminata es de unas tres horas, el camino es boscoso con floresta y vegetación. Vemos el árbol de Kauai y de ahí el nombre de Cahuita.
La playa queda a nuestra izquierda, donde está la gran barrera de coral, que solamente se puede ver algunos días del año. A ambos lados vemos perezosos, monos maleantes, mapaches, serpientes, capuchinos de cara blanca, langostas etc.
Pasamos por el rio Suarez, donde los cocodrilos campan a sus anchas.
Nos adentramos en la misma la Playa Blanca, se puede hacer snorkelling y practicar otras actividades acuáticas.
Aquí descubrimos al cangrejo terrestre y al cangrejo violinista, llamado así por su garra en forma de violin, los que mas predominan son los de color azul. La pinza significa fuente de poderío y dominio.
Llegamos a Punta Cahuita, que penetra en el mar entre dos franjas de playas. A veces esta inundada.
El guardabosques nos informa de que una peligrosa víbora esta enganchada alrededor de un árbol, en realidad parece un lazo de color amarillento. ¡Allí estaba el peligro !
Volvemos por el mismo sendero para tomar el coche e ir a Puerto Vargas. Aunque si tienes tiempo se puede llegar desde allí andando.
Antes de emprender la siguiente ruta, hacemos un descanso para tomar una cerveza y un pequeño picnic
Puerto Vargas
La entrada vale 5500 colones, aunque para los autóctonos 1100.
Hacemos la ruta Cativo, llamada así por la gran cantidad que hay de estos árboles. Tiene 4200 metros i/v. Vamos por una agradable pasarela de madera, con una frondosa vegetación. Al final acabamos en una exuberante playa de arena blanca, agua transparente y suave oleaje.
Manzanillo
De nuevo tomamos el coche para ir a este lugar tan apartado de todo como encantador.
Manzanillo es un pequeño pueblecito de playa apartado de las rutas turísticas habituales, lo que hace que sea un lugar tranquilo y delicioso.
En 1985 se creó el Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandosa -Manzanillo, que fija normas muy estrictas sobre las construcciones.
El deporte permitido siempre esta vinculado con la naturaleza: senderismo, buceo con tubo, kayak. La resacas a veces son peligrosas, con lo cual hay que informarse antes.
Decidimos ir al bar restaurante Maxi’s. Nos tomamos el mejor cubata de ron añejo de todo el viaje.
Con unas vistas impresionantes nos deleitamos viendo a surferos y como las enormes olas los arrastaban a la playa.
Cansadas volvemos a Puerto Viejo y donde nos obsequiamos con una buena cena en el restaurante Stanford.
Tomamos el plato tipico de rice and been de pollo, muy rico. Con una fría cerveza y el animado ambiente pasamos nuestra ultima noche.
Desde Puerto Viejo, en un mini van también de la empresa Interbus, ponemos rumbo al Volcán Arenal, nuestro conductor Milton nos explica todos los lugares del recorrido.
El tiempo comienza a empeorar, aparecen nubarrones y por fin las típicas lluvias tropicales, propias de la zona. Alcanzamos La Fortuna que es el pueblo base para todas las excursiones del Volcán Arenal.
Tardamos unas cuatro horas en alcanzar nuestro destino.
El hotel Arenal Manao es el que hemos elegido para nuestra estancia. Es un resort con habitaciones amplias y con vistas al volcán. Dispone de todas las comodidades como spa, varios restaurantes, piscinas etc.
El traslado en el hotel se realiza en buggys eléctricos, para no contaminar.
Amanece nublado, pero creemos que despejara, la humedad esta patente hasta mi guía de viajes esta mojada. Se respira un silencio, solo interrumpido por el silbido de los pájaros y monos aulladores. Esa noche nos relajamos. Teníamos que aprovechar el hotel tan maravilloso.
Comenzamos con una happy hour en el bar Termal y acabamos con una cena exquisita en el restaurante.
Un vino de California fue nuestro aliado con unos platillos sabrosos y originales
El volcán Arenal estuvo inactivo, desde el año 1500, hasta que el 29 de julio 1968, unas enormes explosiones provocaron ríos de lava, destruyendo tres pueblos, unas 100 personas y muchas cabezas de ganado.
El volcán es un cono perfecto, por donde resbalan proyectiles incancesdentes a todas horas. Cuentan que algunos osados ascendieron por sus laderas, para ver la roca fundida y eso fue lo ultimo que vieron. Desde lejos se puede oír el estruendo de las erupciones.
Alrededor del volcán fluyen varios arroyos de aguas termales. Su temperatura decrece a medida que se aleja del cauce del Arenal. Esto ha sido aprovechado para hacer centros termales, pozas, piscinas y riachuelos a diferentes temperaturas.
Decidimos que lo mejor era contratar un excursión con getyourguide. Nos recogen en el hotel, el grupo es agradable y la diversión asegurada.
Sendero dela Heliconias
Es una ruta circular de 1.5 km. que pasa junto a un campo de lava y acaba en un precioso mirador.
Las heliconias y otras flores son las verdaderas protagonistas. Realmente parece un jardín botánico.
Sendero de la catarata Danta y Puente Colgante
Caminamos durante dos horas para llegar a la catarata Danta, al principio el camino es plano, después un poco de subida y al final unas escaleras un poco peligrosas, pues están húmedas y resbaladizas. Acaba en una atronadora cascada de unos 12 m de alto.
Continuamos nuestra caminata para descubrir el Puente Colgante Danta. Es un puente de 40 metros de largo y 14 de alto. Da un poco de vértigo cuando te asomas por los laterales y ves la espesa jungla.
Camino del Saino
Este sendero es un poco empinado, pero nada difícil, fuimos explorando la gran vegetación y la diversa fauna, como pizotes, monos araña, colibris, tucanes y un sin fin de especies. Pasamos por el Nido, una gran torre metálica a la que se puede subir, para tomar fotos.
Acabamos en el Mirador del Observatorio, desde donde las vistas al volcán son fantásticas, si el día es claro. Nosotros no tuvimos esa suerte, las nubes rodearon al cono, aunque pudimos atisbar la majestuosidad.
Termalinas
Son unos de los cientos de baños termales, repartidos por la zona.
Las termas tienen varias piscinas naturales a diferentes temperaturas, debido a la actividad geotérmica del volcán.
En un ambiente relajado disfrutamos el baño y de los pequeños chorritos de agua caliente. Nos obsequiaron con un ron cola.
Pero todo no podía ser perfecto: una gran tromba de agua cayó en solo cinco minutos.
Con un mini van de Aventuras el Lago, llegamos hasta el lago Arenal, el cual lo atravesamos en una lancha que tarda 45 minutos. La majestuosidad del volcán se refleja en las aguas, y su silueta se engrandece. Lo dejamos atrás no si antes, hacer las ultimas fotos.
Al otro lado del lago nos recoge un mini bus de la misma empresa.
La carretera es estrecha, con curvas y precipicios. Vemos como poco a poco el paisaje va cambiando a más montañoso y el verde es más oscuro.
Hay mucha ganadería, las vacas pactan tranquilamente en enormes latifundios. El clima es frio y apropiado para el ganado.
Paramos en el bar Horizonte, donde hay un mirador desde el que se ve el Pacifico, las vistas son preciosas, el gris verde se difumina con el cielo.
Monteverde, esta situada en la zona montañosa al noroeste de Costa Rica, es conocida por la biodiversidad de sus bosques nubosos. La Reserva alberga un sinfín de especies silvestres como ocelotes, jaguares y hasta el quetzal.
Llegamos a Monteverde en Cerro Chato. Nuestro hotel El Establo esta un poco perdido, pero la habitación tienen grandes balcones desde los que divisamos algunos animales como los pequeños y tranquilos pizotes, que va buscando comida.
Monteverde es ideal para adentrarse en la naturaleza y disfrutar de ella en estado puro “Pura Vida”
Allí también nos movemos con bugys eléctricos para no contaminar
El pueblo más cercano es Santa Elena, un lugar sin nada especial, pero es la base para excursiones, restaurantes, tiendas, bancos etc.
Esa noche cenamos en el Tree House, nos llamo la atención la decoración, rara pero acogedora
Hacia tiempo que no comía un solomillo de buey tan rico, el vino argentino contribuyó a que todo fuera perfecto.
Parque Nacional de Selvatura
Aquí se puede realizar todo tipo de deportes de aventura: canopy, tirolina, granja de cocodrilos, mariposario etc.
Nosotras nos decidimos por los Puentes Colgantes. Son un total de nueve puentes, que van por encima de los arboles.
El sendero es estrecho, húmedo y deslizante, a veces con escaleras de subidas y bajadas, aunque no es difícil, hay que mirar de vez en cuando al suelo, pues hay raíces que sobresalen y te pueden jugar una mala pasada.
Tardamos unos 90 minutos, íbamos parando y haciendo fotos. Parece que vas andando por encima de los árboles. Es una experiencia única.
La vegetación se apropia de todos los espacios, ocupa los caminos, exigiendo a los visitantes que respeten que no se limite su expansión.
Partimos de Monteverde a las 7:30, Victor nuestro conductor esta preparado para explicarnos el itinerario.
Tomamos la carretera 264, vamos bajando, los valles verdes se suceden a lo largo del camino. unas flores rojas alargadas llamadas llamaron, contrastan con el eterno verde.
Giramos hacia la Ruta 1, que va de Norte a Sur, pasamos por el rio Aranjuez y en unos minutos ya vemos el Pacifico, que queda a nuestra derecha. Es la autopista del Sol.
Enfilamos a Puerto Caldera, donde hay muchos y grandes barcos mercantes, ahora es la Costanera Sur por la que circulamos.
Paramos a tomar un café en El Jardin, que es un complejo con restaurante y tienda. Compro algunos regalos.
Seguimos avanzando, pasando por Rio Grande de Tárcoles, donde enormes cocodrilos, tomando el sol esperan al viajero.
En un bar informal tomamos una piña colada, para refrescarnos.
De todos los parques nacionales de Costa Rica, Manuel Antonio ha sido siempre uno de los más destacados, una idílica combinación de bosque exuberante, playas de arena blanca y arrecifes coralinos.
Por fin llegamos a Quepos al hotel Parador Quepos, muy cerca del Parque Nacional Manuel Antonio. Es de lujo, con un refinamiento europeo y una atmósfera tropical.
Leandro nos hace una visita por el hotel, es como un tour turístico y menos mal, pues siempre que salgo de mi habitación me pierdo.
Esta zona alberga algunos de los restaurantes y más exclusivos del país. Ideal para pasar unos días inolvidables y de autentico lujo.
Ruta por el Parque Nacional de Manuel Antonio
Hacemos una excursión guiada, es la mejor opcción para conocer a fondo el Parque Nacional. Nos recogen en el hotel a las 7.30, Dyana la guía nos provee de una toalla y un termo de agua. Al Parque no se puede llevar comida, por lo que es conveniente un buen desayuno.
Los monos cariblanca actúan como ladronzuelos, aprovechan cuando el dueño de la mochila la dejan descuidada y se comen los bocadillos del turista. Esta comida no le suele sentar bien y se ponen enfermos.
Desde Quepos hasta Manuel Antonio, la carretera discurre por una serie de colinas, repletas de magnificas vistas y tupidas laderas.
La red de senderos esta perfectamente señalizados, y discurre por paradisíacas playas y unas preciosas vistas a la bahía, salpicada de islotes.
A lo largo de una ruta de unos 2 km. vamos viendo perezosos, iguanas, ranas, monos de cara blanca, capuchinos, aves tropicales, mapaches y todo un sinfín de fauna. Una selva exultante nos acompañan en todo el camino.
Dyana lleva tescópio, con lo cual es muy fácil ver mucho mejor todos los animales, incluso los más pequeños.
La rana es un poco difícil de ver, pues tiene el mismo color de las hojas
Los perezosos los observamos haciendo toda clase de travesuras, aunque a veces se quedan quietos en forma de ovillos. Estos encantadores osos están siempre en las copas de los árboles, solo bajan a tierra una vez a la semana para hacer sus deposiciones.
El sendero culmina en un istmo que separa dos de las mejores playas: Manuel Antonio y Espadilla. Hay un centro de información donde puedes recopilar todos los datos.
El tramo final del istmo se ensancha formando una peninsula rocosa y desde donde descienden varios caminos. Punta Catedral impresiona por sus soberbias vistas y donde el pelicano pardo y el alcatraz armonizan con el paisaje .
Este parque es uno de los mas pequeños de Costa Rica y uno de los pocos que conservan el mono ardilla de espalda roja.
Después de visitar la selva tropical, muerta de calor y cansada, me lancé al océano para darme un baño delicioso.
Pueblo de Manuel Antonio
Es el punto de entrada al Parque. Restaurantes, bares, pequeñas tiendas inundan el animado pueblo.
Es agradable tomar una cerveza o comer en uno de los miles de locales informales de comida típica.
El Badi´s fresh fue un buen sitio para tomarnos unas gambas al pi pil y un atún de aleta amarilla. Disfrutamos mucho con el bullicio de autóctonos y turistas.
Otro restaurante mítico es El Avión, no hay que perdérselo, por la originalidad, su buena comida y por su historia.
Ruta desde el hotel Parador Quepos a la playa
Hacemos una ruta que parte del hotel Parador Quepos, hacia la playa. Se llama el sendero de los monos, pasa por bosque secundario hasta el limite de la costa rocosa.
El sendero esta muy resbaladizo y húmedo, llovió la noche anterior y las plantas se sienten bendecidas por el agua han recibido.
Las hojas de las flores muestran sus más bellos colores y los tallos se alzan arrogantes
El descenso cada vez se hace más difícil, pero seguimos hasta divisar la playa. A veces hay pequeñas escaleras hechas con troncos, subidas y bajadas.
Se avecina tormenta y emprendemos el regreso. Seguro que en la piscina del hotel estaremos mejor.
Es nuestra última noche y lo celebramos con una cena de catas en el hotel, que previamente habíamos contratado. Fue una delicia, nos sirven cinco platillos con sus correspondientes vinos, de los cuales tres eran españoles.
-El 99/% de de la energía que se usa es energía renovable
-En Costa Rica hay dos maneras de indicar las direcciones de las calles, una es por coordenadas numéricas y la otra es por referencias, por ej. : al lado del antiguo Higuerón, unos 100 m. más arriba o enfrente del parque a la altura de la escultura tal .. y así sucesivamente, claro los carteros se pierden.
-Costa Rica ha conseguido consolidar una democracia sin ejercito
-Tienen unos lazos firmes con los estadounidenses.
-Se sienten protegidos en un territorio sin conflictos étnicos
-El sol sale y se pone a la misma hora los 365 días del año
-Los costarricenses se refieren a ellos mismos como “Ticos”
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